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El tóner, también denominado tinta seca por analogía funcional con la tinta es un polvo fino, normalmente de color negro, cyan, magenta o amarillo, que se deposita en el papel que se pretende imprimir por medio de atracción electrostática o magnetografía. Una vez adherido el pigmento, éste se fija en el papel por medio de presión y calor adecuado. Debido a que en el proceso no intervienen diluyentes, originalmente se le ha denominado xerografía, del griego «xeros» que significa «seco» o escritura en seco.
Esta cuchilla es la pieza del cartucho encargada de regular la cantidad de tóner del cartucho que pasa del depósito de tóner al cilindro imantado.
Además de ser una pieza que se desgasta con el tiempo, es uno de los elementos que genera las rayas diminutas que se observan en la impresión.
Es el espacio donde se alberga el tóner que impregna por magnetismo y fija en el papel por la acción del láser.
Retira el tóner que no ha quedado adherido al papel y lo manda al depósito de tóner de desecho. Esta cuchilla es la que produce mayor desgaste en el cilindro; su instalación requiere de un ajuste muy preciso. Si no se coloca adecuadamente, las hojas podrían salir sucias, por el contrario, si está demasiado ajustada, puede dañar el cilindro antes de tiempo.
Contienen una memoria que le provee identificación dentro de la impresora y tienen una memoria que permite contar el número de impresiones, por lo que permiten verificar el rendimiento del cartucho, número de páginas impresas y los minutos de trabajo. También inutilizan el cartucho después de su uso e impiden su reciclaje directo, por lo que funcionan como una forma de obsolescencia programada.
Este recipiente es más pequeño que el del tóner, y su función es recoger el tóner sobrante después de realizada la impresión, ya que este tóner no puede reutilizarse. En ocasiones, este depósito puede ir separado del cartucho (generalmente viene incluido en empaque de la impresora). Algunas impresoras poseen sistemas de detección de llenado de este recipiente, e impiden seguir imprimiendo hasta que este no sea vaciado o sustituido.
La función de este rodillo es aplicar una electricidad con carga negativa a la superficie del cilindro OPC para que el láser pueda escribir sobre éste. Suele estar hecho con un eje de metal y una cubierta de goma modelada.
También comúnmente llamado rodillo de alimentación. Es un tubo o cilindro recubierto normalmente de teflón que se encarga de transferir el tóner del depósito al papel.
Es el elemento sobre el que actúa el láser. Suele ser de aluminio, recubierto en sus primeras épocas con compuestos de selenio y en la actualidad de un material orgánico con propiedades fotoconductoras. Se carga de forma negativa con el rodillo magnético, luego el láser crea el dibujo sobre él ("borra" con luz las partes no impresas quitando el tóner innecesario) e impregna el polvo en la hoja o en el cilindro de transferencia.
El dispositivo de impresión consta de un tambor fotoconductor unido a un depósito de tóner y un haz láser que es modulado y proyectado a través de un disco especular hacia el tambor fotoconductor. El giro del disco provoca un barrido del haz sobre la generatriz del tambor. Las zonas del tambor sobre las que incide el haz quedan ionizadas y, cuando esas zonas (mediante el giro del tambor) pasan por el depósito del tóner atraen el polvo ionizado de éste.
Posteriormente el tambor entra en contacto con el papel, impregnando de polvo las zonas correspondientes. Para finalizar se fija la tinta al papel mediante una doble acción de presión y calor. Para la impresión láser monocroma se hace uso de un único del tóner. Si la impresión es en color es necesario contar con cuatro (uno por cada color base).